domingo, 20 de septiembre de 2009

Carta de María a su padre Hugo Chávez encarcelado

Barinas, sábado 9 de diciembre de 1995.

Desde niña he estado tratando de entenderte Padre, esas ganas de vivir, ese ímpetu; esas esperanzas; aquél vístanse que vamos a salir, sin salir nunca adónde ¿a pasear? Recuerdo la rabia que me daba cuando llegábamos a una finca donde había un río y no teníamos traje de baño por ese misterio.

Bueno, eran cosas que no entendía y que ahora entiendo, Padre era y es la lucha, ese amor a la Patria a la humanidad.

También recuerdo Padre que leías con amor aquella poesía llamada Oración a Simón Bolívar en la noche negra de América y es ahora cuando entiendo que ella te daba valor para continuar que allí estaba para ti nuestro Simón y así pasé mi niñez tratando de entenderte padre, amor.Tampoco termina de entender cuando un día en Elorza rompiste un billete porque Rosa y yo peleábamos el dinero no vale nada, solo vale el amor, y llegó el día, llegó el hecho que me ayudaría a entender aquel glorioso 4 de febrero.

Aquel glorioso 4 de febrero de 1992 por fin el amor a la patria y por Simón desbordó, ahora sí te entiendo Padre y es a mí quienes a veces no entienden mis amigas, algunas dicen que soy algo extraña, también tú lo eras para mí, Padre y ahora son tiempos en los que construyo mi propio barco pero nunca me desataré del tuyo o me costará mucho hacerlo cuando no estamos juntos tu paño rojo me saluda desde esa ventana de una cárcel que eres tú mismo, hoy entiendo que el árbol está allí de la manera que sea pero está, eres mi gran amor, eres mi maestro, eres mi hermano; eres mi mejor amigo, eres mi padre te pido por favor no permitas que mi barco se aleje del tuyo, te amo mi todo.

María.